¿Nuestra alma viaja mientras duermes?
Durante nuestro sueño el alma se desprende del cuerpo físico y experimenta diversas actividades en otro plano. Es también en este momento cuando recibimos la mayor ayuda espiritual para que, al despertar, sintamos más esperanza y fe en nuestra alma. Durante este viaje nuestra alma se mantiene conectada a través de un hilo fino llamado el cordón de plata el cual nos mantiene unido al cuerpo material.
¿Es posible abandonar el propio cuerpo?
La proyección consciente, también conocida como “experiencia extracorporal”, “viaje astral” o “desdoblamiento”, es más común de lo que se cree. Algunas personas son conscientes de que abandonan su cuerpo, pero otras realizan este viaje de forma inconsciente.
Te puede interesar : La magia blanca y su uso
Cuando dormimos, ¿a dónde vamos?
Cuando dormimos, nuestra alma se libera parcialmente del cuerpo físico. Sin la limitación que proporciona la carne, el alma tiene un mayor potencial, exhibe más habilidades que en el estado de vigilia. Puede recordar el pasado y puede comunicarse con otros Espíritus, ya sean encarnados o desencarnados.
¿Para qué sirve un viaje astral?
Beneficios del viaje astral A través de esta experiencia, el individuo es capaz de viajar sin límites a cualquier plano que desee; Tras este fenómeno, se suele sentir una paz interior. Esta experiencia proporciona autoconocimiento; tenemos la posibilidad de encontrarnos con ángeles y seres de luz.
¿Cómo puedo saber si ya he tenido un viaje astral?
La sensación de hormigueo causada por el estado vibracional también se puede comparar cuando tenemos partes del cuerpo con calambres, esa sensación de hormigueo. Solo que, en lugar de sentirlo en una sola parte del cuerpo, se siente en todo el cuerpo. Músculos, huesos y órganos temblando en nuestro cuerpo energético.
¿Qué ocurre cuando el alma abandona el cuerpo?
La proyección astral puede ocurrir de muchas maneras, pero hay algunos síntomas comunes entre todas las personas, esto ocurre básicamente cuando su alma deja su cuerpo y son incapaces de recordar el momento del “despegue”. Al despertar, ya están experimentando la proyección.
